La historia de nuestra tecnóloga de hoy habría pasado desapercibida para muchos si no fuese por Hollywood. No, Dorothy Vaughan no compaginó su pasión por la tecnología con la interpretación, como Hedy Lamarr. Vaughan fue una brillante matemática que trabajó en la West Area Computing de la NASA y participó en la carrera espacial, pero su historia no fue conocida mundialmente hasta que protagonizó ‘Figuras Ocultas’, una película de 2017 nominada a los premios Óscar basada en el libro de Margot Lee Shetterly del mismo nombre. Nuestra compañera Teresa Matamoro nos la presentaba así:
“Mi referente es Dorothy Johnson Vaughan, una matemática e informática teórica afroamericana que llegó a trabajar en la NACA (Comité Asesor Nacional para la Aeronáutica) y en la NASA (Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio), donde destacó en el programa West Computing dentro de la División de Análisis y Computación.”
¿Quién fue Dorothy Johnson Vaughan?
Tras una breve etapa como profesora, la matemática Dorothy Vaughan entró a formar parte de la NASA casi por casualidad y acabó dirigiendo la sección West Area Computers de esta organización, donde se encontraban las mentes más prodigiosas en cálculo de EE.UU. Después de convertirse en una experta en programación, el trabajo matemático de Vaughan ayudó a la NASA en la carrera espacial entre EE.UU. y la Unión Soviética y sus cálculos permitieron que John Glenn fuese el primer astronauta estadounidense en hacer una órbita completa de la Tierra.
Apuntes biográficos
Dorothy Johnson Vaughan nació en Kansas City el 20 de septiembre de 1910 y murió el 10 de noviembre de 2008 en Hampton, a los 98 años de edad. Perteneciente a una familia afroamericana afincada en Virginia Occidental, en 1929 se licenció en Matemáticas en la Universidad de Wilberforce. Comenzó a dar clases en una escuela secundaria, pero su etapa como profesora no duró mucho, ya que poco después el gobierno estadounidense comenzó a reclutar personal especializado para trabajar en su centro de investigaciones de Langley, la National Advisory Committee for Aeronautics (NACA), con el objetivo de mejorar las trayectorias aéreas de los aviones que participaban en la Segunda Guerra Mundial.
Madre de cuatro hijos, demostró que las mujeres eran igual de capaces que los hombres de desarrollar su carrera en el sector aeroespacial; y como mujer de color, se enfrentó a las injusticias de un país que tardó demasiado en abolir la segregación racial.
Legado en el sector tecnológico
Vaughan estaba convencida de que aquel trabajo que había conseguido en Langley sería temporal y acabaría cuando la guerra también lo hiciese, pero no fue así. En 1949 se hizo cargo de la West Area Computers, un grupo de trabajo segregado compuesto exclusivamente por mujeres matemáticas afroamericanas conocidas como las “computadoras humanas” que calculaban a mano las complicadas ecuaciones que permitieron más tarde lanzar cohetes y astronautas al espacio. Tras esta etapa, encabezó el grupo West Computing durante diez años, hasta que se unió junto a otras mujeres a la Advanced Supercomputing Division. Cuando la NACA se convirtió en la NASA, siguió trabajando en esta división, especializándose en computación y Fortran, un lenguaje de programación especialmente adaptado al cálculo numérico y la computación científica desarrollado originalmente por IBM.
Su trayectoria también estuvo marcada por ser una de las integrantes del proyecto SCOUT (Solid Controlled Orbital Utility Test System), en donde configuraron una especie de familia de vehículos de lanzamiento diseñados para colocar satélites pequeños en órbita alrededor de la Tierra. Su carrera profesional continuó ligada a la NASA hasta que, finalmente, se jubiló en 1971.
Curiosidades
Dorothy Johnson Vaughan fue la primera persona afroamericana en llegar a un cargo de gran responsabilidad en la NACA y en la NASA. Su trayectoria es una de las tres historias protagonistas que se cuentan en el libro ‘Figuras Ocultas’ de Margot Lee Shetterly, centrado en el grupo de matemáticas que trabajaron en los programas Mercury y Apolo de la NASA en plena carrera espacial. En 2017, la novela fue llevada a la gran pantalla y nominada en varias categorías de los premios Óscar. La actriz Octavia Spencer fue la encargada de dar vida a Vaughan.