¿Imaginas tener toda tu documentación y tarjetas en una única aplicación completamente segura y garante de tu privacidad? Tarjetas bancarias, DNI, tarjetas del sistema de salud se acumulan en nuestras carteras. Esto incluye también los modernos DNI electrónicos, certificados digitales, la Cl@ve, y los accesos a diversas plataformas y administraciones públicas, tanto estatales como autonómicas, que cada vez son más numerosos y por tanto,más complicados de gestionar. Por eso, la necesidad de las e-wallets o carteras digitales es cada vez más acuciante.
Sin embargo, tener todos nuestros datos en una plataforma debe presentar ciertas garantías porque ¿quién custodia esos datos? ¿Pueden tener acceso las empresas? ¿Y las diferentes administraciones? En materia de datos y privacidad, Europa busca ser un referente internacional con una regulación que ponga el foco en la soberanía ciudadana de los datos. Al mismo tiempo, busca unificar criterios en todos los países que forman parte de la Unión Europea para facilitar la interconexión entre los estados miembros. Los modelos chino y estadounidense son muy diferentes a este respecto. En este artículo vamos a ver los tres modelos. Pero empecemos por el principio: ¿qué es una e-wallet?
¿Qué es una e-wallet o cartera digital?
Una e-wallet o cartera electrónica es una aplicación o plataforma en línea para almacenar, gestionar y realizar transacciones financieras, pagos en línea o gestiones administrativas. Las e-wallets sirven para llevar a cabo las mismas funciones que una billetera física tradicional, como llevar dinero en efectivo, tarjetas de crédito o débito, tarjetas de fidelidad, documentos de identidad y carnet de conducir, entre otros. Aunque hay muchos tipos de e-wallets, la mayoría de las que se comercializan son aplicaciones que sirven para transacciones bancarias: pagos, cobros, transferencias. También hay algunas billeteras electrónicas enfocadas en las criptomonedas y otras en tarjetas de fidelidad y descuentos. Pero para entender hasta dónde puede llegar la funcionalidad de una cartera electrónica es necesario hablar de la identidad digital.
La Identidad Digital
La identidad digital es una de las herramientas que garantiza la identificación inequívoca de una persona para cualquier gestión online y facilita que se preste el servicio adecuado a la persona que realmente tiene derecho a recibirlo, por ejemplo, para fines bancarios. En Europa, estará disponible para los ciudadanos, residentes y empresas de la UE que deseen identificarse o confirmar determinada información personal. Esta identidad europea se gestionará a través de la cartera digital europea. En 2021, la Comisión Europea publicó una propuesta de Reglamento y unas recomendaciones sobre el desarrollo de un marco legal común para la identidad digital en Europa. Después de algunas revisiones, el pasado 8 de noviembre el Consejo y el Parlamento europeo llegaron a una acuerdo sobre el contenido de dicha propuesta. Será el eIDAS2, un reglamento basado en el eIDAS (sistema europeo de reconocimiento de identidades electrónicas) de 2014, que empezará a aplicarse oficialmente durante la primera mitad de este año. Esta identidad digital europea estará caracterizada por la interoperabilidad y la colaboración entre los Estados miembros. Este es un aspecto esencial para lograr un sistema eficiente y confiable que sirva tanto a los servicios públicos como a los privados. Este enfoque tiene como objetivo brindar a los ciudadanos europeos una experiencia en línea más segura y sin fricciones, independientemente de dónde se encuentren en la UE. Según Ignacio Alamillo, que contribuye en la redacción el IDAS2, la nueva regulación establece una “cartera (wallet en el móvil) de ID europea en la que los ciudadanos tendrán una primera credencial emitida por el Estado con datos de identificación de personas para autenticarnos frente a terceros (sería el DNI, en España) y en esa misma cartera, podrá recibir otras credenciales para acreditar cualquier tipo de atributo asignado a nuestra identidad: acreditación de familia numerosa o diplomas académicos, por ejemplo”.
¿Cómo funciona una e-wallet?
En Gradiant hemos desarrollado una cartera digital que ha sido una de las primeras en ser certificadas por EBSI, la red de blockchain europea. La cartera desarrollada a través del proyecto IMPULSE ha sido una de las primeras en recibir el sello de conformidad a nivel europeo por su seguridad y alineamiento con el modelo regulatorio para la identificación digital de ciudadanos.
Esta e-wallet está formado por una app en la que el ciudadano introduce sus datos. Para registrarse, primero el usuario debe demostrar su identidad en línea presentando su DNI y haciéndose un selfie. El software comprueba que el documento corresponde al de esa persona mediante pruebas de reconocimiento biométrico y de verificación documental basadas en inteligencia artificial. Para las administraciones públicas, en IMPULSE desarrollamos el software necesario para que se reconozca la identidad del ciudadano tras el registro a través de un código QR, de forma que éste pueda realizar cualquier trámite online con todas las garantías de seguridad y respetando la privacidad de sus datos.
¿Qué se podrá hacer con la cartera digital europea?
Las posibilidades de uso de una cartera digital son muy diversas. En Europa, durante 2023, se iniciaron varios pilotos en 250 empresas privadas y entidades públicas de 25 Estados miembros, Noruega, Islandia y Ucrania. Están trabajando en estos procesos:
- Acceso a los servicios públicos: solicitar un pasaporte o licencia de conducir, presentar impuestos o acceder a la información de seguridad social.
- Apertura de una cuenta bancaria: verificar la identidad de un usuario al abrir una cuenta bancaria en línea, se elimina la necesidad de que el usuario proporcione repetidamente su información personal
- Registro de SIM: prueba de identidad a efectos de contratos de tarjeta SIM pre y postpago (registro y activación). Así se reduce el fraude y los costes para los operadores de redes móviles.
- Carnet de conducir: almacenamiento y presentación del permiso de conducir tanto en las interacciones físicas como en línea.
- Firma de contratos: crear firmas digitales seguras para firmar contratos en línea, elimina la necesidad de documentos en papel y firmas físicas.
- Solicitud de recetas médicas: aportar la prescripción a las farmacias para que se dispensen los productos médicos.
- Viajar: presentar información de documentos de viaje (por ejemplo, pasaporte, visado y otros). Esto permite un acceso rápido y fácil cuando se pasa por la seguridad del aeropuerto y las aduanas.
- Identidades digitales organizativas: para probar que eres un representante legítimo de una organización.
- Pagos: verificación de la identidad de un usuario al iniciar un pago en línea.
- Certificación de educación: prueba de posesión de credenciales educativas, como diplomas, títulos y certificados que facilitan la solicitud de empleo o formación adicional.
- Acceso a los beneficios sociales: la cartera de identidad digital de la UE podría utilizarse para acceder de forma segura a la información y a las prestaciones de seguridad social de un usuario, como las de jubilación o discapacidad. También sirve para la tarjeta sanitaria europea
Una de las grandes diferencias con el modelo chino es que el uso de esta cartera será voluntario y gratuito para los individuos. Sin embargo, sí será obligatorio por ley para las entidades del sector público que exijan el uso de un medio de identificación electrónica.
La gran diferencia con el modelo americano es que cada persona autogestionará todas sus credenciales (nombre, edad, sexo, datos de salud, datos bancarios, etc), además en Europa tendrá un marco común entre todos los Estados miembros de la UE. Lejos de esta estandarización de criterios, en Estados Unidos cada estado tiene su propia regulación.
El modelo europeo vuelve a ser un faro mundial en el modo en que establece una normativa firme para proteger la privacidad de los datos personales de los ciudadanos. Esta garantía se suma a otras ventajas: la implantación de una cartera digital europea puede ahorrar costes a las administraciones públicas y mejorar los servicios públicos al ser más eficientes.
El proyecto IMPULSE ha sido aprobado en la convocatoria Transformative impact of disruptive technologies in public services (DT-TRANSFORMATIONS-02-2018-2019-2020).