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Alexandre Tornero Viñas, Gradiant | 29 de Noviembre de 2013
En la última década se ha producido un importante avance en un conjunto de sistemas capaces de realizar la medición de características de naturaleza cada vez más heterogénea. Entre estos sistemas, se encuentran el reconocimiento de la actividad, como puede ser el grado de sedentarismo o la calidad del sueño, la detección de caídas en personas de edad avanzada, la mejora en el entrenamiento de deportistas o la detección de episodios de riesgo en pacientes. Tradicionalmente, todas estas medidas han venido siendo realizadas y analizadas exclusivamente por una persona experta, con la consiguiente introducción de incertidumbre, imprecisión y subjetividad. Por ello, se hace necesario proporcionar una herramienta para la medida objetiva y precisa de este tipo de actividades. Las soluciones a todos estos problemas son tan variadas como los propios problemas mencionados y proporcionar una solución flexible, cómoda, sencilla y capaz de abordar todos estos desafíos a la vez es un reto en la actualidad.
En este sentido, los sensores inerciales, aquellos dispositivos capaces de medir aceleraciones y velocidades de giro, se plantean como una solución óptima gracias a los avances en microelectrónica alcanzados en los últimos años, que los han convertido en dispositivos baratos, ligeros y de tamaño reducido. Habitualmente, estos sensores se encapsulan en IMUs (Inertial Measurement Units), dispositivos que suelen contar también con sensores de temperatura o de presión. Su bajo consumo les proporciona una autonomía razonable, incluso utilizando comunicaciones inalámbricas. Esto, unido a su reducido tamaño, permite integrarlos en objetos de uso cotidiano, como la ropa, haciendo posible una monitorización constante de variables físicas como la aceleración, la velocidad de giro, la temperatura, etc. Además, gracias a los parámetros medidos, que permiten desarrollar sistemas de posicionamiento, detección de movimientos o eventos, tienen un campo de aplicación muy amplio y permiten soluciones flexibles, económicas y poco invasivas para los usuarios.
Gradiant ve en estas tecnologías una gran oportunidad para su aplicación en ámbitos tan diferentes como el sanitario, el aeronáutico, el deportivo, o el de la seguridad. Por este motivo, se mantiene un gran interés en esta línea, a través del desarrollo de diferentes proyectos, aprovechando su experiencia en redes de sensores, procesado avanzado de señal y reconocimiento de patrones.