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En los últimos años ha proliferado el interés en los sistemas basados en radio cognitiva que utilizan los espacios libres de la banda de TV. Las ventajas de trabajar a esta frecuencia son claras: teniendo en cuenta que las condiciones de propagación de la señal mejoran al reducir la frecuencia, se puede incrementar la calidad de las comunicaciones en zonas rurales con orografías complicadas o dentro de edificios. Además, estos sistemas son más tolerantes a la presencia de obstáculos entre el emisor y el receptor
El hecho de poder acceder al espectro sin necesitad de licencia es una indudable ventaja; sin embargo, hace necesaria la utilización de herramientas que impidan interferencias entre usuarios. Además del anterior, otro desafío tecnológico a afrontar es la variabilidad geográfica de los claros espectrales, que se puede traducir en problemas de roaming si el usuario se desplaza de un país a otro o, como en el caso de España, incluso dentro de las fronteras del país.
Como es habitual, una de las claves del éxito comercial es la estandarización. En este sentido, el estándar 802.22, también conocido como Wireless Regional Area Network (WRAN) fue el primero en ser aprobado. El sistema utiliza una estación base que cubre un área con un radio que oscila entre 30 Km (típico) y 100 Km y está diseñado para proporcionar 1,5 Mbps de bajada y 384 Kbps de subida en zonas rurales con densidades de vegetación elevadas. Por otra parte, el estándar 802.11af (aún no publicado) nació a partir de una idea de Google y Microsoft para crear un estándar mejorado de acceso inalámbrico a internet (también conocido como Wifi 2.0 o White-Fi). Para conectarse, se necesita un punto de acceso similar a los actuales pero con elementos adaptados para trabajar en la banda de UHF. Se espera que proporcione mayor velocidad y cobertura que la Wifi convencional, además de ofrecer calidad de servicio garantizada de forma más sencilla. Ambos estándares se fundamentan en las ventajas de trabajar en los claros espectrales de la banda de TV, lo que les permite proporcionar servicios que serían inviables a frecuencias más elevadas.
No está muy claro que los dos estándares vayan a competir directamente, ya que el 802.22 parece más apropiado para servicios de última milla, mientras que el 802.11af se adapta mejor a comunicaciones personales de corto alcance. Lo que sí parece probable es que el primero en llegar al mercado sea el 802.11af, tanto por tener detrás un consorcio tan fuerte como la WiFi Alliance como por el bajo coste del equipamiento. Por otra parte, la lentitud en la evolución del 802.22 (el primer borrador data de 2004), parece indicar que, si bien proporcionaría servicios muy interesantes, actualmente no es rentable para los operadores.
Gradiant, consciente del potencial de esta tecnología, sigue de cerca la evolución de estos estándares. Asimismo, ha desarrollado su propia base de datos de claros espectrales y posee gran experiencia en sistemas comunicación radio.