Por Luis Pérez Roca, Investigador
Las redes híbridas terrestres satelitales suponen un interesante paradigma en el mundo de las comunicaciones inalámbricas. Este tipo de sistemas permite proporcionar, a través del enlace vía satélite, servicios de comunicaciones a áreas remotas inaccesibles de otro modo o bien complementar la cobertura en entornos urbanos y suburbanos mediante repetidores terrestres, obteniendo una mayor calidad de servicio en un área más extensa.
El recientemente publicado estándar S-MIM (S-band Mobile Interactive Multimedia), desarrollado en el marco del proyecto europeo SafeTRIP, define un sistema híbrido que presenta las ventajas antes mencionadas. Mediante una arquitectura flexible, escalable y modular, ofrece diferentes clases de servicios como son la difusión móvil e interactiva de datos y de contenido multimedia, la mensajería para terminales móviles y vehiculares o los servicios de emergencia en tiempo real enfocados, principalmente, a fuerzas de seguridad, protección civil y cuerpos de bomberos.
La herramienta clave de las Smart Cities
S-MIM abre nuevas perspectivas en el mundo de las comunicaciones móviles al ofrecer un canal de comunicaciones eficiente y fiable para el despliegue de diferentes aplicaciones Machine-to-machine (M2M), resultando éstas de gran interés en el ámbito del transporte. Algunos ejemplos de estas potenciales aplicaciones son la telemetría en automóviles, la monitorización de tráfico en tiempo real, el envío de mensajes de emergencia en caso de accidente o la monitorización de mercancías peligrosas. Esta tecnología puede considerarse candidata para soportar el desarrollo de otros sistemas englobados en el concepto de las ciudades inteligentes (Smart Cities).
En este sentido, y por citar un ejemplo, los sistemas de tráfico inteligentes deben ser capaces de detectar y prevenir atascos informando a los conductores sobre el estado de las vías de circulación. Para este cometido, resulta imprescindible un sistema de recogida de datos en tiempo real sobre el estado del tráfico, las incidencias en las vías de circulación y la monitorización ambiental. Frente a estas necesidades, el sistema S-MIM resulta un candidato ideal, como demuestran las pruebas llevadas a cabo hasta la fecha. Sin embargo, S-MIM encuentra todavía algunos retos por superar, que se centran principalmente en lo relativo al marco regulatorio a nivel europeo, donde cada país debe conceder una licencia para el tramo terrestre de la banda-S.
En la actualidad, desde Gradiant se sigue con interés la evolución de este estándar, desde el punto de vista tecnológico, regulatorio y comercial, al mismo tiempo que se trabaja, bajo contrato, en el desarrollo de un sistema S-MIM, aprovechando la amplia experiencia acumulada por su equipo de investigadores en sistemas de comunicación tanto terrestres como satelitales.