En los últimos años, existe una creciente preocupación pública por el calentamiento global y, por tanto, por las emisiones de CO2 y la eficiencia energética. A este respecto, organismos a nivel nacional, europeo e incluso mundial han emitido diversas recomendaciones que permiten a los propios usuarios actuar sobre su gasto energético, reduciendo no sólo el coste de la electricidad consumida sino también las emisiones de gases perniciosos derivadas de su producción
Una de las primeras herramientas necesarias para que el ahorro energético sea efectivo desde el nivel de los usuarios es la concienciación. Hacer a los usuarios partícipes de las técnicas de ahorro energético y reducción de emisiones puede llegar a ser excesivamente complejo si no se les ofrecen los adecuados canales de realimentación para que puedan comprobar que sus acciones tienen el efecto deseado.
Uno de los principales canales lo constituyen los medidores domésticos de consumo, dispositivos capaces de monitorizar el paso de corriente hacia un hogar o un sistema eléctrico concreto y presentarle los valores medidos al usuario. En el mercado se pueden encontrar dispositivos comerciales que llevan a cabo estas tareas, como pueden ser los distribuidos por Plogg o los compatibles con la interfaz web de Google Power Meter. Sin embargo, a pesar de su clara aplicación como sistemas de información para los usuarios, los medidores de consumo energético tienen un campo de aplicación de mayor relevancia de cara a la industria: la lectura automatizada de contadores. Uno de los principales problemas de la producción de energía eléctrica como se lleva a cabo en la actualidad se deriva de la dificultad de almacenarla. Por tanto, para los productores, es de vital importancia estimar precisamente la demanda de energía en un periodo de tiempo concreto, para ajustar la producción al máximo.
En la actualidad, la previsión de la energía consumida en un periodo se realiza de forma estadística, teniendo en cuenta grandes cantidades de datos recogidos durante años. Sin embargo, se podrían obtener resultados mucho mejores si los datos de consumo eléctrico se obtuviesen en tiempo real, con lo que se respondería de forma mucho más eficiente ante picos en la demanda (empleando lo que se conoce como Demand-Response).
Esta es la razón de que los datos de consumo energético de los hogares y empresas sean tan valiosos para los productores eléctricos, que promueven desde hace un tiempo el empleo de Smart Meters (medidores inteligentes), no sólo para evitar el coste de las medidas manuales de los contadores, sino también para realizarlas con la mayor precisión posible.
No obstante, la implantación de los sistemas automáticos de medida supone un problema complejo. Los dispositivos han de ser seguros, fiables y resistentes a los ataques, y las comunicaciones de red que los conectan con los centros de recogida de datos deben ser fiables. En GRADIANT existen varias líneas de trabajo relacionadas con la medida de energía, entre las que destacan el desarrollo de medidores domésticos y de redes capaces de integrar sus datos.