Volvemos con Tecnólogas del siglo XXI y lo hacemos con nuestra compañera Claudia Rey como protagonista. La historia de la música está profundamente conectada con las matemáticas, existe una relación entrelazada que ha perdurado a lo largo del tiempo. Desde la selección de las notas musicales hasta su disposición, tonalidad, ritmos y métodos de composición, las matemáticas juegan un papel fundamental. Por eso, no es de extrañar que, siendo clarinetista, le apasionen las matemáticas desde su infancia. Ahora, esta ingeniera de Electrónica Industrial y Automática trabaja en Gradiant en la generación de gemelos digitales en el ámbito de los vehículos no tripulados en el marco del proyecto PlatGDIA.
¿A qué querías dedicarte cuando eras pequeña?
De niña quise ser profesora porque en la infancia asistía a una escuela unitaria en la que éramos cinco niños. Teníamos una profesora dedicada a nosotros en su totalidad; admiraba a esa profesora. Como éramos tan pocos en clase, ella se encargaba de que visitásemos muchos sitios, incluso nos llevaba en su coche particular de excursión. Tiempo después, me empecé a interesar por otras profesiones: astronauta, matemática, piloto. Las matemáticas siempre fueron mi fuerte. En esto influyeron también los profesores que tuve en el instituto, fueron excepcionales. Aún recuerdo la primera vez que pensé en ser matemática. Estando en el instituto, una profesora me ofreció apuntarme a una prueba para entrar en un curso de matemáticas un poco más avanzadas, Estalmat. Se trata del programa de Estímulo del Talento Matemático. Aunque finalmente no fui seleccionada, disfruté mucho con el proceso de preparación. También recuerdo que las olimpiadas matemáticas me chiflaban. Unos años después, empecé a interesarme por la aeronáutica.
¿Por qué elegiste la tecnología?
En cuanto tuve mis primeras asignaturas relacionadas con la tecnología y la física, no tardé mucho en darme cuenta de que ese era mi camino. Me encanta entender el porqué de las cosas, el sentido que tiene en la vida real; siempre he disfrutado aprendiendo desde cómo funciona una bombilla a cualquier tipo de máquina, incluso poder crearla o hacer que funcionen mecanismos tremendamente complejos. Con el paso del tiempo, logré encontrar y concretar lo que más se adecuaba a estos gustos e intereses y emprendí mi camino hacia la electrónica.
¿Dónde te planteaste hacer la carrera? ¿Por qué?
Tenía claro que quería hacerla en la Universidad de Vigo. No quería irme fuera de Galicia, pero es que, además, la Uvigo es un referente estatal en las ingenierías.
¿En qué estás trabajando actualmente?
Actualmente trabajo en el área de Comunicaciones Avanzadas, dentro del equipo de UAVs. En estos momentos, estoy investigando sobre la generación de gemelos digitales en el ámbito de los vehículos no tripulados. Los gemelos digitales son modelos virtuales que replican un sistema físico, que permiten generar situaciones realistas previamente a que se ejecute la acción, y a su vez en el momento de ejecutar la acción comparar los resultados en tiempo real del sistema virtual y real. El estudio se realiza en el marco del proyecto PlatGDIA y en concreto, es de gemelos digitales de comunicaciones híbridas, es decir, que usan de forma complementaria redes satelitales y celulares; del sistema global de navegación por satélite y del modelo físico del vehículo. Esto permitiría en una misión de un vehículo no tripulado ajustar su recorrido basándose en su conectividad y posicionamiento al mismo tiempo que monitorizar el estado físico del objeto para evitar comportamientos erróneos y predecir o contrarrestar comportamientos anómalos.
¿Qué es lo que más te gusta de tu trabajo?
Uno de los aspectos que más valoro de este trabajo es la posibilidad de aprender todos los días algo nuevo. Además, para mí es muy importante no caer en la rutina y no hay nada como tener nuevos retos a menudo para evitar la monotonía.
¿Quién es tu referente femenino en el mundo de la tecnología?
Aunque la descubrí hace relativamente poco, quiero destacar a la bióloga molecular Sara García Alonso. Acaba de pasar las pruebas para ser astronauta de la ESA y me inspira su carisma y lo disciplinada que es. Además, creo que el deseo de ser astronauta es compartido por millones de niños en todo el mundo y por miles de adultos que, sin embargo, lo consideran una meta a la que muy poca gente puede aspirar. Existe la creencia de que es una profesión solo al alcance de un grupo reducido de profesionales. Por eso, opino que si una persona como ella –cercana, española y mujer– logra ser astronauta puede servir de inspiración a muchas otras; provoca que ese sueño inalcanzable se convierta en una aspiración realista. Por eso, para mí, es una referente en el mundo de la ciencia española.
¿Qué lectura haces de la situación de la mujer en tu ámbito?
Creo que la situación ha mejorado con respecto a hace años en cuanto a las posibilidades de acceso al ámbito tecnológico. Además, pienso que hay una ruptura en cuanto a los roles de género y los estereotipos que cuestionan la capacidad de la mujer para la tecnología. Sin embargo, es necesario hacer un esfuerzo mayor por visibilizar a las tecnólogas. Existimos en este ámbito y no de manera excepcional. Mostrar desde la infancia que hay mujeres profesionales del sector tecnológico ayuda a que en un futuro la brecha de género sea menor, es decir, incrementaría nuestra presencia en este ámbito.
¿Qué le dirías a l@s tecnólog@s del futuro?
A tod@s ell@s, ya sean del futuro o del presente, les diría que son y serán un pilar fundamental de la sociedad debido a los avances tecnológicos que transforman nuestra realidad. Por ello, es necesario que sean éticos en sus decisiones y acciones.
PlatGDIA es un proyecto financiado por el programa TRANSMISIONES del CDTI.