Muchas veces no hay que buscar entre los grandes nombres de la ciencia y la tecnología para que alguien te inspire una vocación, para querer aspirar a la excelencia en un ámbito concreto. De hecho, la mayoría de las veces son las personas más cercanas las que pueden ser decisivas a la hora de elegir una carrera profesional u otra, las que pueden ser nuestra principal motivación, nuestras referentes. Esto es lo que le ha ocurrido a lo largo de su vida a la protagonista del Tecnólogas del siglo XXI de este mes. Isabel Burdon Hita es una física de Pamplona que trabaja en el área de Comunicaciones Avanzadas de Gradiant. En su caso, los profesores con los que se ha ido encontrando en sus años de formación fueron clave para que esta navarra se decidiera por la Física, lo que la ha llevado a ser parte de nuestro equipo de tecnologías cuánticas.
¿A qué querías dedicarte cuando eras pequeña?
He querido ser de todo, cada año se me antojaba una profesión distinta. De pequeña tenía muchos intereses y muy dispares: escritora, actriz, profesora o astronauta,… No pude decidirme hasta el último momento, e incluso ahora, intento aprender de todo lo que pueda.
¿Por qué elegiste la tecnología?
Cuando eliges una carrera contribuyen muchos factores, pero quizás el más importante fue tener la suerte de que, en momentos claves, tuve muy buenos profesores
¿Dónde te planteaste hacer la carrera? ¿Por qué?
Ya que no podía estudiar física en mi ciudad natal, decidí aprovechar la oportunidad para trasladarme a Madrid. Opté por estudiar en la Universidad Autónoma de Madrid debido a su fuerte enfoque en investigación. La investigación en física siempre me ha atraído por la posibilidad de contribuir al conocimiento colectivo y por poder construir sobre nuestra comprensión de las leyes que rigen la naturaleza. Además, me gusta el razonamiento matemático de la física y la belleza que se puede encontrar escondida en las ecuaciones que describen cómo funciona nuestro mundo.
Finalmente, la decisión de estudiar en la Universidad Autónoma de Madrid no solo se trataba de adquirir conocimientos teóricos, sino también de poder aprender de personas que están activamente involucradas en el campo de la física.
¿En qué estás trabajando actualmente?
Actualmente estoy trabajando en Gradiant, en el campo de las tecnologías cuánticas integrada en el área de Comunicaciones Avanzadas. En concreto, mi trabajo se centra en realizar simulaciones de sistemas físicos con fenómenos cuánticos. Estas simulaciones buscan optimizar los sistemas que permitirán establecer comunicaciones completamente seguras, protegidas por las leyes de la física cuántica. También estoy colaborando en proyectos dentro del ámbito de la computación cuántica, evaluando cómo se podría utilizar la capacidad de optimización de los ordenadores cuánticos para mejorar las redes de telecomunicación actuales.
¿Qué es lo que más te gusta de tu trabajo?
Poder estar al día de los últimos avances en mi campo y contribuir a ellos. Tengo la oportunidad de trabajar en tecnologías cuánticas pioneras y combino mi pasión por la física con otros ámbitos como el aprendizaje automático y la programación de modelos matemáticos. Un aspecto que valoro muchísimo en Gradiant es el ambiente colaborativo y el traspaso de conocimiento, ya que puedo formarme en áreas que me interesan mientras estoy rodeada de personas con intereses y ambiciones similares.
¿Quién es tu referente femenino en el mundo de la tecnología?
Sin duda, mi antigua directora de cuando trabajaba en el sector de las finanzas. Ha dedicado gran parte de su vida al trabajo, brilla por su excelencia en un sector dominado por los hombres. Creo que fue increíblemente positivo para mi tener como referencia a una mujer en alta dirección dentro de un ámbito técnico.
¿Qué lectura haces de la situación de la mujer en tu ámbito?
Creo que en el ámbito de la ciencia, la inestabilidad laboral es un problema importante, especialmente para aquellas mujeres que busquen formar una familia sin sacrificar una carrera en investigación.
¿Qué le dirías a l@s tecnólog@s del futuro?
No dejes que otras personas dicten tu valor y, si te subestiman, utilízalo como motivación para demostrar que se equivocan.