Todas las áreas son importantes a la hora de mejorar la calidad de vida o la productividad de las personas a través de la tecnología, sin embargo hay algunas en las que el impacto de implementar las TIC puede ser más notable, llegando incluso a salvar vidas a medio plazo. La eSalud se ha convertido en una de las prioridades de Gradiant, entre otras cosas, por el enorme potencial que tiene y por el largo camino que aún queda por recorrer.
En primera línea, esforzándose a diario por incluir sistemas que faciliten y apoyen la labor de los sanitarios en su día a día se encuentra el equipo formado, entre otros, por Luis Manuel Morán, Victória Cal González y Lorena González Castro.
¿Por qué es tan importante la IA en el ámbito sanitario?
LG: El uso de IA es una realidad en el día a día de muchos sectores, sin embargo, prácticamente no tiene presencia en el sector sanitario. Tiene muchas potencialidades que no se están aprovechando, en parte debido a la dificultad de obtener datos útiles, ya que la mayoría de datos que hay almacenados en la historia clínica electrónica no están estructurados. Por otro lado, las regulaciones de este sector también lo ponen muy difícil para que este tipo de tecnologías llegue a utilizarse, aunque poco a poco se están dando pasos para facilitar la llegada de estos sistemas a la práctica clínica.
LM: Además, los datos disponibles son complejos y el proceso para extraer de ellos un producto final es largo. Por otro lado, los médicos tienen mucha responsabilidad y la tecnología puede aportarles ayuda en su día a día, sin embargo es necesario que esta tecnología sea explicable. Obviamente, si no entienden de donde proviene una determinada sugerencia, van a tener reticencias a la hora de fiarse de ella. En definitiva, la IA tiene muchísimas aplicaciones, pero también existen muchas trabas que dificultan su avance.
¿Estas trabas son intrínsecas del sector?
LM: Claro, es un sector muy regulado, con muchas normas de seguridad, como es lógico.
VC: Actualmente uno de nuestros mayores retos es optimizar la información que se ha venido guardando hasta hace bien poco en texto plano. La forma en la que los profesionales sanitarios registran la información no es fácilmente comprensible para una máquina. Éstas necesitan información estructurada, por ejemplo, en tablas. Muchos de los datos existentes están guardados en lenguaje natural y su estructuración no es sencilla. Por otro lado, entre los datos que ya están estructurados existe una gran variedad de formas de organizarlos. Esto impide que se pueda agregar fácilmente información de distintos hospitales porque hasta ahora no se fomentaba su estandarización.
LG: Con los datos antiguos es normal que ocurra esto, pero es que a día de hoy la información que se guarda de manera estructurada en la Historia Clínica Electrónica (HCE) sigue siendo mínima y hay muchísimos datos valiosos que todavía se encuentran en texto plano. Los sistemas clínicos informáticos todavía no están preparados para guardar esa información de manera estandarizada, y la interoperabilidad entre sistemas es otra asignatura pendiente. Este tipo de barreras ya han sido solventadas en otros sectores desde hace tiempo, pero el sanitario es un sector muy crítico, y estos procesos son más lentos.
Con todas estas trabas, ¿qué hay de positivo en la ESalud?
LM: Tiene un potencial enorme. Actualmente tenemos información de millones de personas que podemos utilizar para mejorar la atención sanitaria, siempre protegiendo al máximo el derecho a la privacidad de estas personas. De hecho, hay muchos sistemas basados en inteligencia artificial que ya están ayudando a facultativos de distintas especialidades a tomar mejores decisiones. El conocimiento de estos profesionales no puede ser sustituido ni a corto ni a medio plazo, pero sí se le puede facilitar el trabajo diario sugiriendo diagnósticos, apuntando interacciones entre medicamentos, minimizando errores humanos, etc. Además, la medicina, como cualquier disciplina, va evolucionando y actualizándose a diario y la tecnología puede ayudar a nuestros profesionales a estar al día de las últimas novedades e integrarlas automáticamente en su día a día. Será una auténtica revolución.
¿Cómo os sentís trabajando en el sector de la salud?
LM: Por mi parte hay un componente emocional muy importante. Me parece algo precioso que desde tu puesto de trabajo puedas ayudar a la sociedad en algo tan importante como la salud. Yo estoy encantado de trabajar en esto, es algo que me motiva a seguir luchando contra las dificultades.
VC: Es algo de lo que entre nosotros no hemos hablado mucho, pero que particularmente para mí es muy ilusionante. Me parece algo realmente importante saber que puedo contribuir a que los médicos puedan realizar mejor su trabajo. Son personas que tienen una gran responsabilidad y que necesitan apoyo.
LG: Desde luego es un plus desarrollar tu trabajo en el sector sanitario, y más todavía viendo todo lo que se puede mejorar. A diferencia de otros sectores que están enfocados sobre todo en maximizar sus beneficios, aquí los objetivos van mucho más allá, se trata de mejorar la salud y la calidad de vida de la sociedad.
¿Cómo puede afectar la IA a la eficiencia de los profesionales?
LM: Muchas veces los médicos tienen cupos de seis minutos por paciente. En ese tiempo es normal que no se pueda examinar todo lo que se debería. La tecnología en general y las herramientas de IA agilizan indudablemente el trabajo. Al final, si puedes delegar las tareas más repetitivas o banales, te queda más tiempo para concentrarte en la persona que tienes delante y llegar incluso a dedicarle más tiempo del estipulado a pacientes especialmente complejos. Evidentemente no es lo mismo alguien que va a una consulta rutinaria, de seguimiento, o para que le receten algún medicamento, que otros casos que son más raros o graves.
¿Esto podría abaratar el servicio?
LM: Por supuesto. El objetivo es que el médico esté sólo donde hace falta y que una parte de su carga de trabajo sea derivada a estos sistemas de Inteligencia Artificial. Por supuesto, la decisión final la tendrá que tomar un sanitario en todos los casos, pero como ya hemos comentado antes, existe actualmente una gran cantidad de tareas rutinarias que se pueden evitar. Con apoyo de la IA se gana eficiencia.
¿En qué consisten los proyectos que tenéis en marcha?
LG: Hace poco hemos terminado el proyecto NETA V3A, por ejemplo, que es un asistente que ayuda a los mayores a permanecer de manera independiente en el hogar durante más tiempo, proporcionándoles una interfaz de voz sencilla que les facilita el uso de la tecnología. Durante el confinamiento les sería de ayuda para mantenerse en contacto con sus seres queridos, por ejemplo a través de video llamadas, y sentirse más acompañados.
También ISMAEL, que es un proyecto enfocado a estructurar datos clínicos, que como explicamos es una de las principales necesidades actuales en este sector.
¿Qué nos vamos a encontrar en los próximos años en el ámbito de la ESalud?
VC: Lo que creemos que avanzará más en los próximos años es la XAI, la Inteligencia Artificial Explicable. Resulta imprescindible en el ámbito sanitario. De nada sirve tener una herramienta que da resultados muy precisos si no tiene credibilidad a los ojos del profesional que la utiliza. Hay que hacer un gran esfuerzo por explicar el funcionamiento de la Inteligencia Artificial que para la gente no-técnica muchas veces parece magia. Claramente los profesionales sanitarios están lejos de tomar decisiones confiando simplemente en la magia. Ellos necesitan explicaciones y nuestra IA tiene que dárselas.
LM: Pero no sólo necesitamos que los médicos entiendan y acepten los consejos y sugerencias de una IA determinada. Para los propios técnicos, también es necesario saber por qué cierto módulo se ha equivocado. El desempeño de un algoritmo de IA depende mucho de los datos que se han usado para crearlo. Teniendo el conocimiento de en qué situaciones falla el sistema, podemos reentrenar nuestros modelos y evolucionar la IA para hacerla más inteligente.
¿Qué podría llevar a la Inteligencia Artificial a fallar?
LG: El factor más importante son los datos que se utilizan para entrenar a esa Inteligencia Artificial. Por ejemplo, si un algoritmo es entrenado únicamente con casos de gripe y se le presenta un nuevo paciente con otra enfermedad, únicamente podrá determinar que no se trata de gripe, pero no podrá identificar lo que es. La IA es como un niño pequeño, aprende de lo que ha visto. Si los datos son pobres, aunque el algoritmo sea muy bueno, no va a ser útil.
LM: Por esta forma de trabajar de la Inteligencia Artificial es por lo que a veces saltan anécdotas curiosas a los medios de comunicación. Hace unos años se dio un sistema de recursos humanos que solo recomendaba hombres para puestos de directivos. No se trataba de que el recomendador fuese machista, simplemente los datos de que disponía indicaban que todos los grandes directivos de aquel momento eran hombres y por ello lo consideraba una característica imprescindible para seleccionar nuevos directivos. El sistema realmente desconocía si existía una relación causa-efecto, sólo señalaba un hecho estadístico. Por esto es tan importante contar con una gran variedad de datos.
En mi opinión, en los próximos años habrá dos áreas de trabajo que serán clave: La XAI, para disipar la desconfianza del usuario; y la puesta en común de información para que los modelos puedan ser entrenados con una mayor variedad de datos.
¿Cómo ha avanzado el sector sanitario en las últimas décadas?
LM: En los últimos 30 años hemos avanzamos muchísimo. Para empezar tenemos una tarjeta sanitaria y nuestros datos están contenidos en una historia clínica electrónica. También podemos pedir los resultados de nuestras pruebas por internet. Poco a poco vamos progresando. La tarjeta sanitaria, por ejemplo, fue un paso adelante muy relevante en Galicia. Es realmente cómodo poder ir con ella a la farmacia sin necesidad de recetas en papel que se pueden traspapelar en cualquier momento.
¿Cuál es el papel de Galicia en España y en Europa? Por ejemplo, tenemos a PERSIST que es un proyecto muy grande y que estamos pilotando desde aquí.
VC: En un primer momento se podría pensar que Galicia, al estar tan alejada de centroeuropa está descolgada tecnológicamente, sin embargo la experiencia de PERSIST está siendo muy positiva. Obviamente existen diferencias entre los distintos países involucrados, tanto desde un punto sanitario como tecnológico. Lo realmente emocionante de un proyecto europeo es ver que todos los socios tenemos fortalezas, pero también debilidades que el trabajo colaborativo ayuda a superar. Es ilusionante ver que Europa avanza unida.
Obviamente, si hablamos de un sistema sanitario en el que se ha potenciado la digitalización (por ejemplo, fomentando innumerables estándares médicos) hay que tomar como referente a Estados Unidos. Sin embargo, espero que aprovechando iniciativas como el pasado H2020 o el nuevo “Horizon Europe” Europa también se ponga a la cabeza.
LM: Bajo mi punto de vista en España, Euskadi y Cataluña son focos de referencia TIC en Sanidad, pero considero que en GRADIANT estamos haciendo un gran trabajo. En el área de eSalud poseemos un equipo variado y muy cohesionado y me gusta pensar que con el esfuerzo de todos llegaremos a ser referencia a nivel europeo. No es algo exclusivo de nuestro equipo, en Gradiant tenemos una filosofía muy colaborativa. Las tecnologías con las que trabajamos son transversales a la mayoría de áreas de Gradiant y si conseguimos ser una referencia internacional es justamente porque todos remamos en la misma dirección.