Tecnólogas del siglo XXI: Elena Campillo
Dar a conocer el trabajo que realizan las mujeres en tecnología es importante para motivar a las nuevas generaciones a interesarse por este ámbito en el que existe una enorme brecha de género. Por eso, además de visibilizar los logros conseguidos por las pioneras y los avances alcanzados por profesionales en la actualidad, también compartimos el importante trabajo que realizan algunas de nuestras compañeras.
Esta semana, la protagonista de Tecnólogas del Siglo XXI es Elena Campillo Ageitos, de Vigo. Pese a haber crecido entre ordenadores debido a la profesión de sus padres, esta ingeniera de telecomunicaciones no se decantó por la carrera tecnológica desde un principio: antes, se apasionó por Egipto, quiso ser veterinaria e incluso se matriculó en Biología. Pero las matemáticas y la programación se cruzaron en su camino y gracias a ello, ahora trabaja aplicando técnicas de Inteligencia Artificial al campo de la salud en las áreas de eHealth y Procesado del Lenguaje Natural de Gradiant. Pero destacamos también la vena artística de Elena Campillo: es cantante y bailarina en el coro-show “Summus Lac”; desde niña toca el piano y el violonchelo y también le gusta dibujar y escribir.
¿A qué querías dedicarte cuando eras pequeña?
Mi gran pasión de pequeña era Egipto; quería ser egiptóloga. No obstante, cada dos o tres años cambiaba de idea; quise ser cantante, florista, veterinaria,…Cuando aún estaba en bachillerato, me planteé estudiar Ingeniería Informática, pero la idea no llegó a cuajar.
¿Por qué elegiste la tecnología?
En mi familia existe un vínculo muy grande con la tecnología. Mis padres tienen una tienda y academia de informática y siempre estuve muy en contacto con los ordenadores gracias a ellos. Me llevaban por las tardes a la academia y me enseñaban Excel, HTML, mecanografía, Photoshop, etc. Aún así, me costó acabar estudiando teleco. Me planteé estudiar informática, pero creí que no encajaba en el perfil porque nunca había desmontado un ordenador para ver qué tenía dentro, por ejemplo; tampoco me dedicaba a programar en mis ratos libres. Así que empecé a estudiar Biología, pero me di cuenta de que las asignaturas que más me gustaban eran las de matemáticas y estadística. El verano anterior había hecho un curso de programación por curiosidad y lo había disfrutado mucho. Después de darle muchas vueltas decidí cambiarme a teleco.
¿Dónde te planteaste hacer la carrera? ¿Por qué?
Soy de Vigo y en la Universidad de Vigo tenemos Ingeniería de Telecomunicaciones, así que no fue una decisión muy difícil de tomar.
¿En qué estás trabajando actualmente?
Ahora mismo estoy trabajando en un proyecto de salud en el que estamos utilizando datos de una asociación de enfermos de Alzheimer y otras demencias para predecir la trayectoria que van a llevar sus usuarios. Me parece un proyecto muy bonito, ya que las demencias pueden ser una enfermedad muy debilitante, tanto para el que la padece como para su familia y allegados.
¿Qué es lo que más te gusta de tu trabajo?
Hoy en día, la tecnología está muy demonizada; no hay más que preguntarle a la gente qué opina de los algoritmos que utilizan las redes sociales. Sin embargo, el problema no es la tecnología, sino el uso que se le da. Me parece muy bonito poder trabajar aplicando mis conocimientos al área de la salud, donde creo que podemos tener un impacto positivo sobre la sociedad y sobre el bienestar de las personas.
¿Quién es tu referente femenino en el mundo de la tecnología?
Me avergüenza decir que he tenido que dar muchas vueltas a esta pregunta. Me voy a quedar con Hedy Lamarr, actriz e ingeniera que logró trabajar en las distintas disciplinas que le interesaban y consiguió importantes logros en ellas.
¿Qué lectura haces de la situación de la mujer en tu ámbito?
Es una cuestión complicada. Para mí fue muy llamativo pasar de primero de Biología, donde la mayor parte de mis compañeros de clase eran mujeres, a Telecomunicaciones, donde éramos la gran minoría. En mis experiencias en el ámbito laboral me he encontrado con equipos con bastante representación femenina, pero sé que ese no es el caso en todas partes. Solo hay que ver lo mucho que me costó pensar en un referente femenino y, sin embargo, se me vienen a la cabeza muchísimos ejemplos de hombres famosos en el ámbito de la tecnología.
Creo que muchas niñas se encuentran en la misma situación en la que me encontré yo a la hora de elegir carrera: no se nos pasa por la cabeza como opción y en parte se debe a que no se visibiliza lo suficiente a mujeres referentes en este ámbito. Esto nos genera la idea subconsciente de que no es una profesión para nosotras.
¿Qué le dirías a l@s tecnólog@s del futuro?
La mecanografía me cambió la vida. Estudiad mecanografía.