Elena García Couto | Investigadora
En una sociedad en la que parece imposible vivir sin el móvil, no nos causa sorpresa que hasta las máquinas se comuniquen entre ellas. Y esto, más allá de una escena de ciencia ficción, es una realidad de la mano de la tecnología M2M o “Machine to Machine”.
Cuando hablamos de M2M nos referimos a aquellas comunicaciones automáticas que se producen entre dispositivos para intercambiar información. Dichas comunicaciones se caracterizan por el intercambio de una gran cantidad de mensajes cortos de manera eficiente. Además de esto, deben satisfacer una serie de requisitos como que posean bajo coste y potencia, cubran un área extensa de cobertura y que sean capaces de manejar un número grande de terminales y de mensajes de manera fiable y segura. Para la comunicación de estos mensajes existen múltiples alternativas, como las redes móviles GSM, GPRS o UMTS o alternativas como el uso de fracciones de espectro libre en otras bandas de frecuencia, para que, de este modo, las redes móviles no se saturen.
Los dispositivos cognitivos son aquéllos capaces de evaluar el espectro electromagnético disponible, determinar qué partes del mismo no están siendo usadas (los denominados «claros espectrales«) y hacer uso de ese espectro de manera eficiente cuando tienen información que transmitir. Dichas porciones varían en número y en frecuencia dependiendo de la localización, y en los últimos años, han tomado protagonismo los espacios libres existentes en la banda de TV que han surgido tras el apagón analógico. Las ventajas de trabajar a esta frecuencia son muchas, pues la calidad de las señales a esas frecuencias es muy buena y, por tanto, se puede incrementar la calidad de las comunicaciones en zonas rurales con orografías complicadas o dentro de edificios. Además, estos sistemas son más tolerantes a la presencia de obstáculos entre el emisor y el receptor.
Las ventajas del uso de comunicaciones M2M sobre claros espectrales vienen avaladas por los pilotos desarrollados en la ciudad inglesa de Cambridge por el White Spaces Consortium (formado por diferentes empresas entre las que se encuentran Microsoft, Nokia o la BBC, entre otras), entre los cuales se contaba con un prototipo para sensorización de contenedores de basura en la ciudad y que operaba con éxito bajo esta tecnología. También de Cambridge es oriundo el primer estándar para M2M sobre claros espectrales de la banda de televisión, Weightless, y en cuya definición participa Gradiant.
Por todo esto, y dada su experiencia en la materia, Gradiant trabaja activamente en esta línea de investigación para diseñar soluciones de bajo coste y altas prestaciones que podrían utilizarse en la smart city del futuro para múltiples aplicaciones.