En los últimos años se ha producido un crecimiento exponencial de las ventas de smartphones, llegando a cifras tales como la venta de 1 millón de unidades de iPhone 4S en 24 horas en EEUU. En 2011 y por primera vez, la venta de smartphones ha superado en cantidad a la venta conjunta de PCs (sobremesa y portátiles), tablets y netbooks, llegando a los 500 millones de terminales. Este es uno de los motivos por el que las aplicaciones para dispositivos móviles se han revelado como un mercado emergente con grandes posibilidades.
En términos de número de aplicaciones y negocio generado, el mercado actual de las aplicaciones móviles está liderado por Apple y Google, con iOS y Android como sistemas operativos, y con App Store y Play Store como plataformas de venta, respectivamente. De hecho, Gradiant lleva tiempo desarrollando proyectos en ambas plataformas, con aplicación en distintos ámbitos tales como la realidad aumentada, el reconocimiento biométrico y la TV social. La experiencia de Gradiant en este sentido ha permitido constatar que, aun compartiendo filosofías muy similares, ambas plataformas presentan importantes diferencias que condicionan el desarrollo de las aplicaciones y el alcance que tienen entre los usuarios finales.
Android es el S.O. desarrollado por Open Handset Alliance, organización liderada por Google. La principal característica de Android es que se desarrolla de forma abierta, lo que permite a los desarrolladores crear librerías y programas generados en otros lenguajes y compilarlos en la arquitectura ARM de los terminales Android como si se tratasen de librerías nativas del sistema, permitiendo mejorar el sistema constantemente.
La oferta de teléfonos con Android es amplia y variada tanto en marcas como en precios, existiendo ya más de 100 dispositivos en el mercado (entre smartphones y tablets) que funcionan sobre este sistema operativo. Además, el gran éxito de ventas sitúa a Android como el sistema operativo con mayor número de terminales vendidos en 2011. Sin embargo, esta gran diversidad a nivel hardware está generando también una gran fragmentación de versiones de Android, debido a la necesidad de hacer adaptaciones a cada dispositivo concreto. Esta situación se traduce en un incremento en la complejidad del desarrollo de aplicaciones, sobre todo a la hora de garantizar fiabilidad, soporte y experiencia de uso adecuada, características que son responsabilidad del desarrollador, debido a la inexistencia de revisiones y controles a la hora de publicar aplicaciones en la Play Store.
iOS (iPhone OS), el sistema operativo desarrollado por Apple Inc. para iPhone, iPod Touch, iPad y Apple TV, es una evolución de Darwin BSD y por lo tanto un sistema operativo Unix. A diferencia de Android, iOS está desarrollado únicamente para unos pocos dispositivos diseñados por la propia Apple, constituyendo así un “ecosistema cerrado”. Sin embargo, de cara a los desarrolladores esta característica proporciona una ventaja, ya que las herramientas de diseño de aplicaciones y frameworks proporcionadas por Apple están optimizadas para dicho hardware, simplificando así las tareas de desarrollo y contribuyendo a garantizar la fiabilidad de las aplicaciones. Además, las aplicaciones para iOS se distribuyen por medio de la App Store, pasando estrictos controles de calidad antes de ser publicadas.
Durante el 2011, Windows Phone se ha incorporado a la lista de S.O. para dispositivos móviles. Desarrollado por Microsoft, es el sucesor de la plataforma Windows Mobile. Actualmente cuenta con 70.000 aplicaciones, muy por debajo de sus competidores Android e iOS, aunque el notable crecimiento que está experimentando será motivo de atención durante los próximos meses.