O por qué hacer divulgación científico-técnica
Grupos de investigación, universidades y en mayor medida, centros tecnológicos, se enfrentan cada día al reto de lograr contratos con empresas y de captar financiación pública para poder continuar con su actividad de I+D+i, además de tener el deber de comunicar en qué se invierten los fondos que van a parar a sus manos.
Sin embargo, da la sensación de que al grueso de la población le llegan muy pocas noticias científicas o tecnológicas. Aunque cada vez existe un mayor compromiso y se están dando pasos en muchas instituciones y medios, en raras ocasiones se puede ver una noticia de este tipo en un medio generalista o en un informativo a la hora de mayor audiencia. En incontables ocasiones, da la sensación de que sólo se publica información de investigaciones con algún componente extremadamente llamativo, llegando al público únicamente lo anecdótico. Pero la responsabilidad no sólo es de los medios de comunicación, sino también de los científicos y las entidades que generan el conocimiento. Son ellas las que deben mantener a los medios, en la medida de lo posible, informados de los últimos avances y de las posibilidades que estos ofrecen, su transcendencia pública. Antes de procurar la atención del público hay que buscar la atención del periodista. La desinformación de la sociedad generará siempre desigualdad, ya que se rebajará la «curiosidad por saber» a niveles mínimos, con la lógica consecuencia de que también se rebajará el nivel de conocimientos y la cultura. El avance y crecimiento de la sociedad pasa también por la difusión de información científico-técnica, para poder formar individuos competentes, críticos y activamente participativos en los progresos de la ciencia y la tecnología. Así, uno de los objetivos de la divulgación es siempre el alentar vocaciones en los jóvenes, motivar a cada generación para que siempre exista una de reemplazo y seguir avanzando. Por otro lado, toda organización sabe que, a la hora de captar fondos o clientes, a la hora de explicar un proyecto, siempre es difícil hacer ver sus beneficios. En este caso se complica y requiere un gran esfuerzo, puesto que se añade el factor técnico. Así pues, la divulgación de su trabajo y la explicación de sus logros, así como el alentar nuevas vocaciones de ingeniero ha sido desde su fundación uno de los objetivos de Gradiant. A través de sus diferentes canales, el centro hace un especial esfuerzo por comunicar sus capacidades. Gradiant intenta explicar «cómo funciona» lo que propone y «para qué sirve». Varias veces al año organiza actividades de divulgación, tanto con niños y jóvenes como con colectivos tradicionalmente excluidos de este tipo de iniciativas, como pueden ser los mayores o las personas con necesidades especiales. De hecho, en estos momentos, Gradiant está desarrollando un proyecto, financiado por la FECYT, que consiste en llevar a los centros de educación especial de Galicia ciertas tecnologías que mejoran la calidad de vida, de aprendizaje y de acceso a la tecnología de los alumnos de estos centros.
Una de las últimas apariciones de Gradiant en la prensa local