Tecnólogas del siglo XXI: Mariel Márquez Barreiro
En Gradiant celebramos el mes de la mujer reconociendo la labor de todas aquellas profesionales que han allanado el terreno con sus contribuciones y de nuestras tecnólogas que tienen todo un futuro por delante para cerrar la brecha de género del sector tecnológico. Conseguir que el ámbito tecnológico sea más igualitario depende de todas las personas que trabajan en el sector. Visibilizar a las nuevas profesionales es clave para que más chicas decidan formarse en carreras tecnológicas y científicas.
Por eso, esta semana hablamos con La verdad, siempre tuve la suerte de tenerlo muy claro: desde muy pequeña supe que me quería dedicar al mundo de la ciencia y tecnología. Cuando era niña, me llamaba la atención ser profesora, pero desde los primeros años de la ESO, mi objetivo ya era convertirme en Ingeniera de Telecomunicaciones.
¿Por qué elegiste la tecnología?
En parte, me decanté por la gran facilidad que tuve desde pequeña para los números y las ciencias. Mi asignatura favorita siempre fue Matemáticas y, más tarde, la Informática y la Física, por eso fue tan fácil decidirme. Más allá de eso, siempre fui una niña muy curiosa con todo lo relacionado con la tecnología: me encantaba aprender a utilizar ordenadores, móviles y otros aparatos. En general, me llamaba mucho la atención entender cómo funcionaban las cosas realmente.
¿Dónde te planteaste hacer la carrera? ¿Por qué?
Al tener claro que quería hacer Telecomunicaciones, la búsqueda se acortó bastante. Yo venía de cursar 1º de Bachiller en Estados Unidos y viví la experiencia de estar fuera de casa, alejada de mi familia durante todo un año. Por eso no me planteé la posibilidad de irme fuera de España; mi intención siempre fue quedarme cerca de casa. Además, sabía que el Grado de la Universidad de Vigo era uno de los mejores valorados en España, por lo que la decisión fue bastante directa.
¿En qué estás trabajando actualmente?
Ahora mismo, estoy terminando mi último año del Máster en Ingeniería de Telecomunicación y aprovechando mi trabajo en Gradiant para realizar mi TFM. Estoy trabajando en la Línea Cloud Native, centrada en un par de proyectos diferentes. Por un lado, estoy desarrollando una plataforma para la monitorización de los servicios desplegados en el Laboratorio 5G de Gradiant, utilizando tecnologías Cloud como la orquestación de contenedores con Kubernetes. Por otro lado, investigo y pruebo el uso de dispositivos edge, como placas SoC+FPGAs para ejecutar algoritmos de inteligencia artificial, también de forma contenerizada, utilizando de nuevo Kubernetes como orquestador.
¿Qué es lo que más te gusta de tu trabajo?
Lo que más me gusta de mi trabajo es la posibilidad de tener proyectos y tareas tan diversas. Eso evita sentirte envuelta en la monotonía y poder tener retos constantes, completando objetivos en plazos cortos, así el trabajo siempre es gratificante. Sin duda, lo que más me gusta de mi trabajo es la posibilidad de estar continuamente trabajando en equipo, lo cual, gracias al ambiente que hay en Gradiant, hace los días muchísimo más llevaderos y amenos.
¿Quién es tu referente femenino en el mundo de la tecnología?
Nunca he tenido una referente “famosa” o “reconocida” en el mundo de la tecnología. Mis referentes femeninos en mi vida siempre han sido mi madre y mi abuela; mujeres inteligentes, buenas, trabajadoras y ambiciosas que siempre han luchado por sus objetivos. Pero, además de ellas, mi principal inspiración a nivel profesional ha sido mi madrina. Estudió Ingeniería Cibernética, su trabajo y compromiso la han llevado a tener una carrera tremendamente exitosa en su campo. Ella fue realmente quien me hizo querer convertirme en Ingeniera en Telecomunicaciones y supuso un claro ejemplo de que era posible ser una mujer exitosa en este ámbito profesional. Siempre dije que “Yo de mayor quiero ser como ella”.
¿Qué lectura haces de la situación de la mujer en el ámbito tecnológico?
Las diferencias entre la generación de mi abuela y la mía son abismales y esto supone un ejemplo increíble de los grandes avances que ha habido en nuestra sociedad en tan sólo dos generaciones. Esta transformación social, en mi opinión, jamás habría sido posible sin la ambición, valentía y logros de miles y miles de mujeres que, a pesar de tenerlo todo en su contra, se dedicaron y triunfaron en el ámbito de las carreras STEM. Pero tampoco podemos engañarnos: los avances son asombrosos, pero aún queda un largo camino por delante para conseguir la completa normalización e igualdad en este ámbito tradicionalmente masculinizado. Yo, gracias al ambiente tan favorable en el que crecí, no fui consciente de lo mucho que queda aún por luchar hasta que llegué a la universidad.
¿Qué le dirías a l@s tecnólog@s del futuro?
Básicamente que ninguna Ingeniería ni Ciencia tiene un sexo ni perfil asociado, es vital visibilizar esa idea. Hay que ser conscientes de la realidad actual: ya existen miles de éxitos que pertenecen a mujeres en estos campos y que las convierten diariamente en referentes en el mundo de la Ciencia, Tecnología, Ingeniería y las Matemáticas. Les diría, sobre todo, que a día de hoy es más que obvio que la tecnología es un sector que cada día gana más fuerza e influencia en nuestra sociedad. Es vital que todos estemos representados en él y, la única forma de conseguir eso, es que la diversidad de trabajadores y personas dedicadas a este ámbito sea total.