En una nueva entrega de la ya popular serie de entrevistas a mujeres tecnólogas, hoy os presentamos a nuestra compañera Marta. Natural de Gondomar, Marta es doctora en Estadística e Investigación Operativa y actualmente trabaja como investigadora y desarrolladora en el área de Sistemas Inteligentes en Red (INetS) de Gradiant, ocupación que compagina con la de docente del Departamento de Estadística e I.O. de la Universidade de Vigo. Además de la estadística, a nuestra compañera le apasiona el cine –afición que le viene de familia, ya que su abuelo tenía uno del que todavía conservan algunas butacas de la época-, el diseño y el arte contemporáneo. Además, confiesa que también le encanta viajar y aprender viajando, más si es con mochila.
¿A qué querías dedicarte cuando eras pequeña?
La verdad es que no lo tenía nada claro. Recuerdo un tiempo en el que quería ser médica y poder ayudar a la gente, salvar vidas, contribuir a la sociedad… pero también había días en los que quería ser profesora, supongo que influenciada por la imagen de mi padre preparando sus clases. También recuerdo que en alguna época se me ocurrió ser como Jacques Cousteau -por lo visto, veía muchos de sus documentales-, así que quería ser científica y divulgadora. Me imaginaba recorriendo los mares del mundo y descubriendo nuevos lugares y culturas.
¿Por qué elegiste la tecnología?
En mi caso, la tecnología no fue la primera opción. Debido a la influencia de “Jacques”, finalmente me decidí por estudiar Biología Marina. Al acabar la carrera, me concedieron una beca para investigar y empecé a trabajar en temas relacionados con los recursos marinos. En ese momento me di cuenta de que las matemáticas -y en particular, la estadística- eran muy necesarias para llevar a cabo cualquier investigación o nuevo desarrollo. Recuerdo que tenía que trabajar con una enorme cantidad de datos y no tenía nada claro qué hacer con ellos. Esto me llevó a plantearme un cambio, ¿por qué no reinventarse? Hoy soy doctora en Estadística y trabajo totalmente inmersa en el mundo de la tecnología.
¿Dónde te planteaste hacer la carrera? ¿Por qué?
Siempre tuve claro que quería estudiar lejos de Gondomar (y ojo, adoro mi pueblo). Me apetecía saber qué se sentía al estar fuera de casa, quería intentar arreglármelas por mi cuenta. La idea no solo era estudiar, sino conocer gente, vivir nuevas situaciones… Al final, no me fui tan lejos (risas), Santiago de Compostela fue el destino, pero me sirvió igualmente para conseguir mi objetivo.
¿En qué estás trabajando actualmente?
Trabajo principalmente en el campo de la ciberseguridad y, en concreto, me dedico a la investigación, desarrollo y aplicación de métodos estadísticos o de machine learning que ayuden a detectar y prevenir posibles amenazas o ataques en red. Además, como la estadística es un área transversal, también tengo la oportunidad de trabajar en otros temas, como por ejemplo en el desarrollo de algoritmos para mejorar la gestión de los cultivos marinos o para detectar la “viralización” de contenidos dentro de las redes sociales.
¿Qué es lo que más te gusta de tu trabajo?
Lo que más me gusta es poder aplicar el conocimiento científico y, en concreto, las matemáticas, en campos tan diversos. Es un lujo poder seguir aprendiendo en cada nuevo proyecto y de las personas que trabajan en él. En este sentido, Gradiant es un lugar perfecto. El ambiente de trabajo es increíble, siempre hay nuevas propuestas en las que participar y gente formada dispuesta a ayudar.
¿Quién es tu referente femenino en el mundo de la tecnología?
Lamentablemente, todavía no es fácil encontrar referentes tecnológicos femeninos. Esto implica, desde mi punto de vista, que algo no está funcionando bien y que nos resulta muy complicado tener visibilidad en este mundo con presencia mayoritariamente masculina. En cualquier caso, si tuviese que citar a una mujer como referente actual, ésta sería Fei-Fei Li por su trayectoria profesional marcada por un carácter multidisciplinar y también por su capacidad para combinar el mundo académico con el empresarial.
¿Qué le dirías a l@s tecnólog@s del futuro?
Les animaría a continuar por este camino. La revolución tecnológica es real y promete impactar en diversos sectores, lo que permitirá que uno se pueda especializar en función de sus preferencias. Por esta razón, les diría que no perdieran la motivación para seguir aprendiendo y, por experiencia propia, les animaría a no tener miedo a cambiar de rumbo cuando lo consideren oportuno.