La medicina y las telecomunicaciones han ido de la mano durante mucho tiempo, ya que estas últimas permitieron asistir a personas que se encontraban en escenarios aislados, ya fuese mediante la comunicación por voz en sus inicios, o con videoconferencia en la actualidad. En los últimos años se está abriendo un nuevo campo de aplicación para la telemedicina, y son aquellos enfermos que necesitan un control frecuente por parte del médico. Además de los costes que este tipo de consultas suponen para la sanidad pública, la vida del enfermo se ve condicionada al tener que adaptar su rutina para visitar a su médico. Por ello, uno de los objetivos de la telemedicina actual es dar libertad al paciente, permitiéndole realizar estas consultas periódicas desde su propia casa y de una forma cómoda.
Una de las formas de hacer más accesible este tipo de servicios es mediante herramientas que hagan los procesos de consulta lo más transparentes posible para el usuario. Un ejemplo reciente es la monitorización de frecuencia cardiaca a través de la imagen facial obtenida con una webcam. Cada latido del corazón produce variaciones del flujo sanguíneo en la piel de la cara, lo cual provoca pequeños cambios en su iluminación. Estas fluctuaciones son imperceptibles para el ojo humano, pero sí son detectables utilizando una cámara web estándar y un procesado adecuado. Combinando diferentes técnicas de procesado de imagen y de señal es posible realizar una estimación fiable del pulso de una forma poco invasiva y sencilla para el usuario. Dado que a día de hoy la gran mayoría de ordenadores portátiles, tablets y smartphones vienen equipados con cámaras, resulta además en una solución de bajo coste ya que el usuario no necesita adquirir ningún hardware adicional.
Siguiendo los pasos dados por los investigadores del Instituto Tecnológico de Massachusetts (los primeros en aplicar esta técnica) y Philips (quienes lanzaron en 2011 una aplicación para iPad2), en Gradiant se está llevando a cabo un proyecto para evaluar las posibilidades de esta tecnología y mejorarla en la medida de lo posible, para su futura aplicación en otros proyectos que se están llevando a cabo en el centro como el «Espejo Inteligente», proyectos de telemedicina en el hogar, proyectos destinados al análisis automático de emociones, o incluso para detectar posibles impostores en los sistemas de reconocimiento facial.
{youtube}o1U4G9yp96M{/youtube}