Autora: Alicia Jiménez González, manager de la Oficina de Proyectos Europeos
Este texto ha sido publicado originalmente en el número de otoño de 2023 de la revista EU Research
La pandemia de Covid-19 puso de manifiesto que la administración pública depende demasiado de la identificación en papel y las comprobaciones en persona para autenticar a alguien para recibir un servicio, ya sea enviando copias de identificación, o imágenes de documentos por correo electrónico de un lado a otro, o requiriendo a una persona de forma presencial en un lugar para identificarlo.
Para acelerar la tramitación y eliminar bloqueos administrativos será necesario sustituir estos métodos de verificación lentos y anticuados. Ese es el objetivo del proyecto Impulse (Identity Management in PUbLic SErvices), en el que Gradiant ejerce como coordinador de 16 entidades de nueve países diferentes y en el que desarrollamos y evaluamos un nuevo formato de eID innovador y universal.
Los miembros de este consorcio hemos estado trabajando en los requisitos, los niveles de aceptación y el impacto del método de identificación electrónica. Para ello, hemos tenido en cuenta las necesidades normativas, técnicas y operativas. El resultado es una propuesta de identidad electrónica, que hemos desarrollado siguiendo el enfoque de la Identidad Autosuficiente.
El ciudadano es propietario de sus datos
Se propone un enfoque único de la identidad electrónica en el que la tradicional propiedad y gestión por parte de terceros de los datos de identificación, por ejemplo, los datos biométricos archivados en un departamento gubernamental o los que poseen algunas empresas, se sustituye por la propiedad ciudadana, de modo que las personas puedan poseer y controlar sus propios datos personales. Este enfoque es posible con la tecnología blockchain,. presentando La tecnología blockchain presenta una solución elegante con datos validados por pares. En IMPULSE, con el uso de blockchain, el ciudadano es el propietario de sus datos. Además, incluimos en el proyecto contratos inteligentes que permiten a las personas gestionar su consentimiento sobre cómo utilizan los distintos datos de su identidad. Esto también cumple con los requisitos del GDPR.
En la actualidad, para que un ciudadano pueda acceder a las plataformas virtuales de servicios públicos, el sistema comprueba su identidad para comprobar su identidad es a través de un nombre de usuario y contraseña, PIN o firma electrónica. En estos métodos, los datos de los usuarios pertenecen a un tercero, la entidad responsable de validar una identidad.
Blockchain, reconocimiento facial e IA aplicada
El uso de blockchain permite que la persona sea la propietaria de los datos de su identidad, lo que significa que esos datos nunca podrán ser objeto de uso indebido, abuso, venta y no se verán comprometidos. Para generar el DNI electrónico, se utilizan tecnologías de reconocimiento facial y de reconocimiento óptico de caracteres. Si el reconocimiento no coincide entre el selfie tomado para la verificación y la imagen de la persona en el documento de identidad, el proveedor de servicios tendrá que validar más a fondo el DNI.
Una vez generado el DNI electrónico, al tomarse un simple selfie se obtiene una imagen única para la verificación. El análisis de la biometría facial se potencia con un algoritmo de IA que puede detectar pruebas de vida o si algo no es auténtico con la imagen.
La IA para el reconocimiento facial y el escaneado de documentos son tecnologías ya ampliamente aceptadas por la población. No obstante, el resultado de las encuestas realizadas por el proyecto indicó que puede haber percepciones algo negativas del blockchain debida a la asociación y desconfianza hacia la criptodivisa. A pesar de esto, las ventajas y beneficios significativos se hacen evidentes cuando se utiliza blockchain en el contexto de la conservación de la privacidad y el control sobre la identificación personal.
En resumen, con la iniciativa IMPULSE obtenemos un doble beneficio tanto para los servicios públicos como para la ciudadanía. Para los primeros, porque la tecnología empleada ayuda a reducir la carga de trabajo de funcionarios y administraciones y para . Para los ciudadanos porque permite que los ciudadanos tengan un acceso más seguro y fácil a los servicios públicos.
Como hemos explicado en este artículo, en IMPULSE no solo estamos desarrollando, también estamos evaluando la herramienta. Para ello, estamos llevando a cabo varios casos prácticos con diferentes entidades y administraciones europeas. Sobre estas pruebas piloto os hablaremos en el próximo artículo.
El consorcio para IMPULSE
La alianza europea IMPULSE cuenta también con la participación de Lappeenrannan-Lahden Teknillinen Yliopisto (Finlandia); Agency for European Integration and Economic Development (Austria); Association du Pole de Competitivite Transactions Electroniques Securisees – DIH (Francia); Aarhus Municipality (Dinamarca); Departamento de seguridad del Gobierno Vasco (España); Gijón City Council (España); Municipality of Peshtera (Bulgaria); City of Reykjavik, Department of Services and Operations (Islandia); Unione italiana delle Camere di commercio, industria, artigianato e agricoltura (Italia); CyberEthics Lab Srls (Italia); ALiCE Biometrics (España); Fraunhofer Institute for Systems and Innovation Research (Alemania); Tree Technology SA (España); Infocert S.p.A. (Italia); y DIN Deutsches Institut für Normung e. V. (Alemania).
El proyecto IMPULSE ha sido aprobado en la convocatoria Transformative impact of disruptive technologies in public services (DT-TRANSFORMATIONS-02-2018-2019-2020).